¿Se detuvo la rehabilitación de las viviendas universitarias en UPR Río Piedras durante la pandemia?

Aunque el personal del Programa de Vivienda no recibe estudiantes desde mayo de 2020, este continúa laborando para facilitar la remodelación de las estructuras

Residencia Torre Norte, localizada en las afueras del campus riopedrense | Foto por Gabriela Carrasquillo Piñeiro

Residencia Torre Norte, localizada en las afueras del campus riopedrense | Foto por Gabriela Carrasquillo Piñeiro

A pesar de los retrasos que ha experimentado el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) para rehabilitar las residencias estudiantiles Torre Norte y ResiCampus, de las que aún se desconoce su fecha de reapertura, fuentes oficiales de la institución aseguran que continúan laborando en procesos de inventario, diseño, subasta y solicitud de fondos a pesar de la pandemia.

“Actualmente, el Programa de Vivienda se encuentra realizando inventario y movimiento de toda la propiedad mueble que pertenece a ambas residencias. Esto así, para poder aprovechar todo el mobiliario útil”, detalló, en entrevista por escrito, el ayudante especial del rector en Prensa y Comunicaciones, Mario Alegre Berríos.

Aseguró, además, que el Programa ha servido como asesor en el proceso de diseño de la remodelación de los edificios y ha facilitado, junto con la unidad de Seguridad, el acceso a los edificios durante el proceso de subasta.

Tras el cierre de las viviendas públicas Torre Norte, en 2018, y ResiCampus, en 2020, el Programa de Vivienda se encontraba en proceso de obtener los fondos, por parte de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Educación Federal, respectivamente para cada estructura. La gestión para lograr estos fondos continúa en proceso.

En su momento, el anuncio del cese de servicios de ambas residencias causó resistencia entre lxs residentes, quienes fueron apoyados por entes como el Consejo General de Estudiantes. El anuncio de cada clausura fue motivo de reuniones entre concilios de residentes con la administración del recinto para proponer alternativas y evitar un cierre total de las estructuras, y, de esta manera, asegurar vivienda accesible para estudiantes con mayor necesidad económica.

Ante este trasfondo, se preguntó si aún la administración universitaria desconoce si los edificios seguirán siendo públicos y su arrendamiento accesible para personas de bajo ingreso, como siempre lo ha sido, a lo que no se recibió respuesta.

Foto por Gabriela Carrasquillo Piñero

Actualizaciones sobre Torre Norte

A tres años del cierre de la residencia Torre Norte, Alegre Berrios indicó que se “está pidiendo una reconsideración (a FEMA) para incluir, como parte del proyecto, realizar las mejoras necesarias (al proyecto) y cumplir con los códigos IBC (International Building Code) y PRBC (Puerto Rico Building Code)”.

Al encontrarse en este proceso, otros aspectos, como la subasta, no han progresado. El asesor en Prensa y Comunicaciones indicó que, debido a que el proyecto está en reconsideración, todavía no se tiene una oferta clara de cuánto costará rehabilitar la residencia, sino que hay tan solo un aproximado, cuya cantidad no precisó. En 2018, la Oficina del Rector informó que estimados de FEMA se aproximaron a $7.5 millones.

En agosto de 2020, la administración del campus colocó un cartel que exponía que la estructura rehabilitada contará con nuevos apartamentos con baños privados, en lugar de compartidos; una torre con escalera de emergencia; nuevos sistemas mecánicos, eléctricos y de comunicación; y nuevos ascensores, entre otras innovaciones.

La estructura, construida en 1970, tenía capacidad para albergar hasta 437 estudiantes, quienes, al momento del cierre, pagaban unos $55 mensuales por su estadía tras ser elegidxs por el Programa de Vivienda para utilizar las facilidades durante un año, según estipula el contrato de residentes.

Cierre de Torre Norte | Foto por Angelie García Ortiz

Cierre de Torre Norte | Foto por Angelie García Ortiz

Foto por Pulso Estudiantil

Foto por Pulso Estudiantil

Foto por Angelie García Ortiz

Foto por Angelie García Ortiz

Foto por Gabriela Carrasquillo Piñeiro

Foto por Gabriela Carrasquillo Piñeiro

Foto por Angelie García Ortiz

Foto por Angelie García Ortiz

Foto obtenida de la Oficina Estatal de Conservación Histórica

Foto obtenida de la Oficina Estatal de Conservación Histórica

Actualizaciones sobre ResiCampus

En el caso de ResiCampus, ya se completó la subasta para la mitigación de plomo y asbestos en la estructura. La administración universitaria asegura que, además, se culminó con la documentación para celebrar la subasta para las obras de rehabilitación de la residencia en sí.

Respecto a la obtención de fondos por parte del Departamento de Educación Federal, Alegre Berríos comentó que está “pendiente”.

La línea del tiempo para la rehabilitación de la estructura, propuesta en 2018 al departamento federal, se trastocó por la posposición del cierre de la residencia y la pandemia. El experiodista precisó que las limitaciones que han enfrentado para continuar con las gestiones se resumen principalmente en restricciones para visitar las facilidades y retrasos a causa de los cierres totales y parciales en diferentes oficinas de la universidad.

ResiCampus es un edificio histórico, originalmente conocido como “residencia de señoritas”, con una estructura de nueve pisos diseñada por el reconocido arquitecto Henry Klumb y terminada de construir en 1960. Asimismo, alberga una capacidad para 352 personas. Lxs estudiantes pagaban $40 mensuales al hospedarse en esta vivienda.

Fondos para mejoras en la UPR

En enero, el presidente de la UPR, Jorge Haddock Acevedo, anunció una inversión de $288.6 millones para mejoras de infraestructura en todo el sistema universitario, que cuenta con una inversión por parte de FEMA, fondos institucionales, subvenciones federales, resoluciones conjuntas y seguros, detalló mediante un comunicado de prensa.

Haddock Acevedo comunicó que, entre los proyectos estructurales, se encuentran las residencias universitarias ResiCampus y Torre Norte; sin embargo, solo precisó las fuentes de financiamiento para ResiCampus: Departamento de Educación Federal, fondos del seguro y fondos institucionales.

Por otro lado, Alegre Berríos aclaró que el Programa de Vivienda “no contaba con un presupuesto asignado. El mismo subsistía con el presupuesto asignado al Decanato de Estudiantes y con solicitudes presupuestarias a diversas unidades encargadas de atender partidas específicas”.

Especificó que se le solicitaba presupuesto y servicios a la Oficina para la Conservación de las Instalaciones Universitarias (OCIU) destinados a trabajos de mantenimiento a los sistemas mecánicos y la infraestructura de las residencias. También, solicitaban fondos a la Oficina del Rector para realizar “compras y proyectos cuando el presupuesto del Decanato de Estudiantes no podía manejar los mismos”.

A tres años de iniciado el panorama de rehabilitación de las viviendas de la UPRRP, tan solo queda esperar para conocer si la oferta cumplirá o no con las expectativas del estudiantado.

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